Los talleres literarios
1. ¿Por qué los talleres literarios se deben considerar como alternativas didácticas en la producción escritural?
Teniendo en cuenta la necesidad de que nuestros estudiantes dominen los recursos de la expresión escritural al menos para que podamos leer con claridad sus ejercicios, en muchas ocasiones se deja este trabajo o responsabilidad a los profesores de lengua y literatura buscando una explicación, pocas veces entendemos que es tarea de todos lograr que al estudiante le guste escribir, por tal razón debemos considerar la importancia de los talleres literarios como alternativa didáctica en la producción escritural ya que esto nos lleva a encontrar el gusto por la escritura sin que esta sea algo obligado, dando instrumentos, explicaciones, donde se aprende, se prueba y no siempre se acierta, donde se hace algo mal y se hace de nuevo hasta llegar a algo concreto y siempre se aprende algo nuevo.
2. ¿Cómo inciden los talleres literarios en la producción escritural y formación del profesorado?
Las tareas y posición del profesorado y sus estudiantes en el aula deben variar en algunos casos radicalmente con una dinámica de la clase basada en la transmisión de contenidos organizados de manera acumulativa, dándole a los estudiantes varias posibilidades de interpretación o cuestionamiento personal; buscando así un estudiante activo y participativo el cual cada vez presente menos errores, presentando un panorama cada vez más alentador basado en la colaboración mutua.
Los talleres literarios ayudan bastante en la producción escritural y formación escritural en el profesorado, y permite un acercamiento del estudiante al profesorado en donde aprenden a narrar y a crear.
3. ¿Cuáles son las falsas polémicas y primeros pasos de los escritores?
Una de las falsas polémicas en el primer caso olvida que los aspectos relacionados con la ortografía, la morfología y la sintaxis no son más importantes que la contextualización o punto de partida del texto, la coherencia, la adecuación o el desarrollo de las ideas y que la gramática es utilísima en la corrección de escritos.
En los dos casos restantes, no se bajan al menos dos clases de criterios. Debemos distinguir entre los distintos tipos de escritos: genero, tipo, función, contextualización, inventivo, dispositivo, elocutivo, revisión completa.
En los primeros pasos encontramos la composición de un escrito, es el momento donde el estudiante tiene que superar el encuentro con la hoja en blanco, por esto se aconseja dedicar bastante tiempo a esta actividad pues de lo contrario se lograra “vía baja de producción“ se deben utilizar distintas estrategias para lograr que construyan textos con función estética o poética saber jugar con las palabras, saliéndose de lo establecido, caracterizando personajes, contando historias, despertando el sentido de narrar con imaginación puesto que una de las propuestas de los talleristas es “la narración”.
4. ¿Cómo integrar contenidos, lectura y escritura en las tareas y cuál debe ser la posición del maestro y estudiantes ya radicados?
La integración de contenidos, lectura y escritura se puede dar mediante la composición escrita, donde se resalten las funciones expresiva y estética, no sólo es el paso primero y obligado para iniciar y consolidar actitudes positivas de nuestros alumnos como escritores -cada uno a su ritmo-, sino que es fundamental, también, para potenciar la motivación y afecto por la lectura.
Es importante la lectura por parte de los docentes, pues no habrá mejora sustancial en la forma de escribir de los alumnos, si éstos no leen; y no hay lectura eficaz para conseguir este fin si no leen placenteramente (al respecto parece obligado remitir en la actualidad al libro de Daniel Pennac, Como una novela). Ya que en los objetivos de la educación literaria, debemos formar lectores antes que escritores, porque la lectura es clave para cimentar el nivel profundo de la lengua que nos permite automatizar las reglas básicas de la ortografía, morfología, sintaxis y léxico y nos da alas como lectores y escritores para fijarnos en el contenido y la comprensión de los textos, evitando perder demasiado tiempo en los aspectos formales. Se deduce, fácilmente, que estamos faltos de una metodología que programe contenidos (desde la perspectiva histórica, temática o por géneros), lectura y escritura de manera integradora. Al respecto, el modelo de taller de literatura de Esperanza Ortega (1986) -sobremanera su concepción y justificación de lo literario- resulta paradigmático y merece mayor difusión y conocimiento por parte de los departamentos didácticos.
5. ¿Qué se entiende por consigna en un grupo literario y cuáles son las más comunes?
La consigna es una formula breve que incita a la producción de un texto, con un pretexto, una coartada, para comenzar a escribir, el punto de partida capaz de facilitar la creación de un texto nuevo.
Hay muchas clases de consignas
· Indicativas de los elementos narrativos: narrador, personaje, tiempo, espacio.
· Referidas a la estructura narrativa: núcleos, catálisis e indicios.
· Indicadoras de argumentos
· Que remiten a la descripción
· Que engloban la interrogación: reportajes, preguntas y respuestas, diálogos, encuestas, discusiones en grupo o por parejas.
· Referidas a los distintos géneros: fantástico, policiaco, mítico, amoroso, científico, humorístico, romántico, culinario, científico etc.
· Correspondientes al campo sensorial: visual, táctil. Olfativo, auditivo, gustativo, del movimiento, de la sensaciones.
· Gramaticales y lexicales: son las que se trabajan en los niveles fonológicos, sintácticos, semánticos y lexicales.
· Según los modos operativos que formulan: abreviar, completar, desplegar, transformar, combinar, tergiversar, interpretar.
· Intertextuales: textos que producen textos
· Inclasificables: consignas ambiguas en las que no se incluyen operaciones.
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